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Un adolescente que ya sabe qué estudiar, pero tiene miedo a decirlo suele mostrar tres señales: evita hablar del tema, cambia constantemente de opción aunque siempre vuelve a la misma y expresa temor a equivocarse o decepcionar a sus padres.
¿Por qué los adolescentes le temen tanto a elegir una carrera?
Elegir carrera es una de las decisiones que más ansiedad genera en jóvenes de 14 a 17 años. La American Psychological Association (APA) explica que los adolescentes experimentan una sensibilidad elevada al error y a la evaluación externa, lo que aumenta el miedo a tomar “la decisión equivocada”.
A esto se suma la presión académica y social. El miedo a fallar se intensifica cuando los estudiantes creen que su futuro depende de una sola elección. Y hay otro factor clave: el miedo a decepcionar a sus padres. La UNICEF señala que la validación familiar es determinante en la seguridad emocional del adolescente.
1. Evita hablar del tema, aunque sabes que es importante
Cuando un joven ya tiene clara una inclinación vocacional, pero teme expresarla, suele:
- Evadir conversaciones sobre preparatoria o universidad.
- Responder “no sé” aunque sí ha investigado.
- Guardar información sobre carreras sin comentarlo.
¿Por qué ocurre?
La evasión es un mecanismo de protección. Si el adolescente siente que sus intereses podrían no ser aprobados, el silencio se vuelve su “refugio”. Muchos adolescentes callan por miedo a ser juzgados o incomprendidos en temas académicos.
Este comportamiento es una señal clásica. Puede mencionar psicología, medicina, ingeniería, gastronomía… Pero siempre regresa a hablar de una carrera específica.
Indicadores comunes:
- Busca videos, perfiles de egresados o planes de estudio de una sola área.
- Te cuenta ideas relacionadas con esa carrera sin llamarla directamente.
- Habla con entusiasmo, pero luego duda.
¿Por qué ocurre?
La National Association of School Psychologists (NASP) explica que la “parálisis por análisis” es común en adolescentes ante decisiones de alto impacto. Necesitan certeza antes de expresarla.
3. Expresa temor a equivocarse o a no ser suficiente
Cuando dice:
- “¿Y si me equivoco?”
- “No quiero meterme en algo que no pueda conllevar”.
- “¿Y si no encontramos trabajo después?”
No está dudando de la carrera, sino de sí mismo. El National Center for Education Statistics (NCES) reporta que más del 30% de los estudiantes universitarios cambia de carrera al menos una vez. Es decir, equivocarse no es un fracaso, sino parte del proceso formativo.
¿Cómo hablar con tu hijo sobre su vocación?
Ejemplo 1: Si evita el tema
“No quiero presionarte. Solo quiero escucharte. Lo que tú sientas es importante, incluso si aún estás dudando.”
Ejemplo 2: Si teme equivocarse
“Equivocarse es parte del proceso. Ningún joven tiene el futuro resuelto a tu edad. Estamos en esto contigo.”
Ejemplo 3: Si quiere una carrera que no esperabas
“Quiero entender qué te gusta de esa carrera. Háblame de lo que te emociona.”
¿Cómo ayuda una Prepa UVG a reducir estos miedos?
En UVG entendemos que elegir una carrera puede generar dudas e inseguridad. Por eso, el acompañamiento comienza desde el primer semestre, con actividades y espacios diseñados para que tu hijo explore sus intereses sin presión y con orientación profesional.
Nuestros docentes están preparados para identificar momentos de confusión o ansiedad y brindar apoyo oportuno. Además, las experiencias prácticas —como ferias vocacionales, proyectos y talleres— permiten que el alumno descubra qué áreas le atraen realmente antes de tomar una decisión formal.
También ofrecemos asesoría individual para reconocer habilidades y fortalezas, lo que ayuda a los jóvenes a verse con mayor claridad y confianza. Y mantenemos comunicación constante con los padres, de modo que puedan acompañar a su hijo con información y tranquilidad, no desde la incertidumbre.
¡Empieza a ser ese valioso guía para su futuro!
Al final, lo más valioso que los padres pueden hacer hoy es validar las emociones de su hijo antes que la decisión misma. Escuchar sin juzgar, hacer preguntas abiertas que inviten a la reflexión —como “¿qué te emociona de esa carrera?” o “¿qué te preocupa realmente?”— y acompañarlo sin intentar corregirlo de inmediato puede marcar una gran diferencia. Recuérdale que elegir carrera no es definitivo y que su valor como persona no depende de una decisión académica, sino de su crecimiento y bienestar.